lunes, 22 de febrero de 2010

Semana Pixar: Los Increíbles.



Hollywood funciona por modas, y la que nos ha tocado sufrir disfrutar en esta última década es la de los superhéroes: Batman (1 y 2), Spiderman (1, 2 y  3), Superman (El retonno), Los X-men (1, 2, 3... y lo de Lobezno), Hulk (la versión cultureta y la molona), Iron-Man, Los 4 Fantásticos (1 y 2), Hellboy (1 y 2), Daredevil (y el spin-off de su novieta Elektra, que la llamaban así porque el coño le echaba chispas), etcétera, etcéra. Casi todos los grandes del cómic ya tienen su recreación en la pantalla grande (o en la pantalla pequeña, si es que ves los estrenos gracias al emule o al distribuidor no-oficial que vende películas en la esquina de tu calle) y los que no, la tendrán dentro de poco (Capitán América, Thor, Green Lantern).

...Y próximamente, Las Aventuras de Calzoncilloman.


¿Pero qué pasa cuando ya ha  gastado todas las ideas "buenas"? Pues hay que  recurrir a las famosas vueltas de tuerca: "Oye, ¿cómo sería la vida de un superhéroe en un mundo real, con sus problemas cotidianos y todo eso?"  Sí, en una de las Oficinas PIXAR se encendió una bombilla que no era la de su puto FLEXO corporativo...

"Te estoy apuntando y estoy loco".


...sino que fue uno de sus creativos, que había tenido una idea brillante: "¿Por qué no explicamos la historia de unos héroes retirados que tienen que volver a la acción tras descubrir que algunos de sus supercompañeros de fatigas estaban siendo eliminados?" ¡Sí, lo habían vuelto a hacer! Bueno, mejor dicho, lo habían vuelto a volver a hacer; porque lo que acabó siendo Los Increíbles no es más que una versión for dummies de la novela gráfica (o cómic, sino sóis de lo que os inventáis palabras nuevas para disfrazar el hecho de que vuestro hobby es un poco infantiloide) Watchmen... ¡de 1986! A saber:

Los antecedentes: Tras vivir su particular época dorada, los superhéroes se ven obligados a retirarse de las calles por la imposición de una ley del gobierno americano. Estos yankees, tan modernos y tan antiguos...

En la imágen, Los Increíbles y Los Watchmen de primera generación. Luego llegó la generación 2.0, comandada por Marc Vidal, cuyo poder era el de predecir lo que iba a pasar en la economía mundial... pero cuando ya habían sucedido las cosas.


El punto de partida: Los superhéroes, una vez retirados del negocio, inician sus nuevas (y aburridas) vidas como ciudadanos comunes: trabajan (en los 80 aún no había crisis ni paro), tienen sus familias, etc.

Es una lata, el trabajar... y más en los 80, que no había ni youtube, ni twitter, ni facebook, ni Chatroulette...


El punto de inflexión: Pero un día, la aparente tranquilidad de los antiguos superhéroes se trunca, cuando descubren que muchos de ellos estaban muriendo en extrañas circunstancias.


 De acuerdo, en Los Increíbles no sale ninguna muerte, sólo se intuyen para no traumatizar (más) a nuestros niños:  dicen "super-tal" ha desaparecido, pero se da por supuesto que ha fallecido... como sucede con Madeleine McCann. 


Vuelta al trabajo: En toda familia siempre hay alguien que no acepta el paso del tiempo. Suele ser esa tía solterona que, aún teniendo sesenta años, viste como una quinceañera y va tan ceñida que se le marcan hasta las varices. Pues en toda familia de superhéroes también existe esta figura: la del rebelde que va a contracorriente, que no se resigna, que no sabe retirarse a tiempo. Como cuando sales de noche y te niegas a aceptar que la última copa sea la última copa. Claro, luego acabas como acabas...


La crisis de los 40: ponerte ropa de cuando eras joven y flirtear con muchachitas que podrían ser tu hija.


Acabas como acabas: El superhéroe rebelde decide hacerlo todo a su manera, cree que puede solucionar el asunto  sin ayuda de nadie  y acaba encarcelado. Como cuando  eras un joven bastardo que salía de noche y que después de tomarse varias últimas copas se negaba  que alguien te acompañara y decías aquello de: "Si voy bien, ya cojo mi scooter" y te paraba la policía y te veía tan perjudicado que te llevaban al cuartelillo. Pues eso.



Fail + Owned = Busted


El rescate: El resto de antiguos superhéroes se enteran de que uno de los suyos había sido encarcelado, así que se ponen el traje de faena e inician la operación de rescate y logran sacarlo de la prisión con una nave voladora. Es como cuando tu sufrida madre te venía a buscar al cuartelillo y  te decía lo de "anda tira pa casa" y luego le insistía al señor policía que "no volvería a suceder" y tu murmurabas "por lo menos hasta la semana que viene". Tu madre también te sacaba volando, pero no porque tuviera una nave, sino porque te levantaba varios metros de una hostia...


Prison Break, pero sin tatuajes ni estrategias cerebrales: a hostia limpia.



El villano: En toda película, siempre ha de haber un malo, un némesis de  los protagonistas. El PSOE tiene al PP, Laporta tiene a la Caverna Mediática EspaÑÑÑolista, los estilistas de moda tienen a Marichalar... Pues en nuestro caso tenemos a un antihéroe que se aprovecha de los conocimientos/poderes de los demás enmascarados para construir un arma poderosa por una buena-mala causa.

En Los Increíbles, el malo es Syndrome; un chico sin poderes que era fan de Mr. Increíble y que se inspiró en él para ser también un héroe. Por su parte, Ozzymandias, es un chico sin poderes que admira el trabajo del dr. Manhattan (el superhéroe azul que va enseñando la minga por ahí) y se inspira en él y en su trabajo para convertirse en salvador de la humanidad.


El final: El arma poderosa del malote cumple, más o menos, con sus propósitos...


 
 El malo de Los Increíbles crea un pulpo metálico para poder detenerlo y ser considerado un héroe, pero finalmente son Los Increíbles quienes lo logran y se quedan con la gloria. El malo de Watchmen crea un pulpo para que destruya una ciudad y los líderes mundiales se unan para detenerlo, dejando sus rencillas políticas al margen. Éste logra su propósito, pero dejando miles de muertos por el camino, y acabando con la figura de los enmascarados para siempre.  Recordad, chicos: el fin siempre justifica los medios.



Conclusión: Si Los Increíbles es un homenaje a WatchmenSabor a Hiel lo es de las Novelas de Danielle Steel...
Ana Rosa aprueba la originalidad de Los Increíbles.


Consejo final: Si queréis una película que refleje cómo sería la vida de un superhéroe en un mundo real, elegid Watchmen... ¿Por criticar ferozmente la ineptitud de los líderes mundiales y  la estupidez de la especie humana en general? No. Simplemente hay que verla...



... porque salen los bichos de Avatar enseñando carne (en barra). Pollazos en 3D, that's the future


4 comentarios:

  1. Qué rodó. Això sí que és fer una anàlisi "de cabo a rabo". Em confirma que són a punt de reestrenar una versió amb homes que ajuden a les feines de casa que portarà per títol(a) "washmen"?

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  2. De veres que m'he perdut tantes pel·lícules? Quant de temps he estat en coma!??

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  3. Sr. Modgi: Washmen està pendent d'estrena perquè hi ha hagut moguda. El col·lectiu masculí ha denunciat els productors per feminazis i volen que el títol tingui la paritat: Washmen and Washwomen. Fins que no convencin a Pilar Rahola...

    Sr. Josep: Potser és que treballa. Aquí la gran diferència entre el seu coneixement "pel·liculil"(?) i el meu.

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  4. te equivocas en casi todo lo que decis, mas forzado imposible, lo peor: comparar a syndrome con ozymandias, decime ¿que carajo le vez de bueno a lo que quiere hacer syndrome? es malo desde cualquier punto de vista, en cambio ozymandias solo esta sacrificando millones de vidas para salvar miles de millones, realmente nada que ver.

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