viernes, 5 de febrero de 2010

Dragon Ball Evolution.

Cuando un amigo va a presentarte una amiga, pero te advierte previamente de lo horrible que es, y te la describe como la mayor abominación que ha salido de una vagina no-animal, te pones en lo peor. Tienes las expectativas tan bajas, que una vez que ves el espécimen en cuestión, la cosa no te parece tan horrorosa… Eso sí, previa ingestión de varios combinados alcohólicos. Pues algo así me pasó con Dragon Ball Evolution: me habían hablado tan mal de ella, me habían dicho que era tan horrible, que me esperaba lo peor, pues… ¡Al loro! ¡Que no está tan mal. Valga decir que acompañé el visionado de la película acompañado… de una botella king size de Jack Daniel’s...


Tengo las bolas así de gordas.



Dragon Ball Evolution (DBE a partir de ahora, que no tengo ganas de estar escribiendo constantemente Dragon Ball Evolution; porque ya se entiende que estamos hablando de Dragon Ball Evolution, que por algo es una crítica de Dragon Ball Evolution) no es como la amiga de mi amigo: no es una abominación salida de una vagina humana, sino algo peor… porque DBE es una abominación surgida del cerebro de un guionista de Hollywood


Ningún cerebro de guionista ha salido dañado en este experimento, ya venía dañado de antes.




Pues en esas estamos. Nos encontramos con la versión 100% made in Hollywood de una serie 100% japo… Resultado: actores de rasgos orientales haciendo americanadas


Bueno, no todos son orientales; hay algún que otro occidental. Y ahí empiezan las incoherencias, ya en el principio: están luchando Son Gokuh (occidental) y su abuelo Son Gohan (oriental)… ¡Eso sí que es un interracial, y no los que hay en porntube! De acuerdo, tampoco es algo extraño que dos familiares sean de razas diferentes. De hecho tengo un conocido de raza blanca que tiene un hermano negro cuando tanto su padre como su madre son blancos: el padre cree que ella le fue infiel. Ella, en cambio sostiene que es culpa de la genética, que es caprichosa.


También es posible que todo sea debido a la adopción: puede que Gokuh y su abuelo sean de razas diferentes porque el joven había sido adoptado. Creo que va a ser eso, porque en realidad, como todos los que habéis tenido una infancia feliz sabéis, Gokuh proviene de un planeta muy, muy lejano; pero se quedó a vivir aquí para ser un terrícola más...


...Un terrícola más, con las mismas tradiciones que los demás. Pues ahí estaba Gokuh, a punto de cumplir los 18 años…¿Y cuál es la mayor preocupación de un adolescente terrícola a esa edad? ¿Lograr la paz en el mundo? No. ¿Salvar a las ballenas? No. ¿Cerrar el agujero de la capa de Ozono? Sí, digo no. Pero algo tiene que ver con lo de tapar agujeros… Correcto: lo que todo adolescente terrícola de 18 años quería, era meter el bastón mágico.


Gokuh decide irse de fiesta, pero antes su abuelo le dice que tome preocupaciones. Gokuh le dice que no sólo domina las técnicas marciales, sino también la del marcha atrás. Su abuelo le advierte de que antes de llover chispea y, acto seguido, le enseña su bola. No, Son Gohan no era monohuevo como Franco o Jesulín; sino que le muestra su bola de dragón. Era su regalo de cumpleaños. ¡Uhhh! Gokuh pone cara de pasmo, pero no porque le parezca una mierda el regalo, que también, sino porque es cosa del actor que interpreta el personaje, que se pasa toda la película con cara de (que el lector ponga aquí la palabra ofensiva que prefiera):



Gokuh alegre.



Pues en la fiesta encuentra a Chichi y ya se sabe qué pasa cuando un hombre encuentra chichi… que se enchocha. Así se olvida de su abuelo, no le abandona en una gasolinera, pero casi: momento que aprovecha Piccolo para matarle con sus propias manos. Bueno, no exactamente con sus propias manos; porque Piccolo no lucha cuerpo a cuerpo hasta la escena final, que se ve que no podía arrugar y/o romper el traje. Cosas del presupuesto.



Piccolo in the house.


Cuando Gokuh se harta de la fiesta y de consumir estupefacientes (lo deduzco por la cara de ido que lleva), decide volver a casa y encuentra a su abuelo por los suelos, pero no porque fuera tan desfasado como él, sino porque había fallecido. Y Gokuh pone cara de pena, que viene a ser algo así…


Gokuh Triste.


Y ya está. Gokuh se pone a buscar las bolas mágicas para lograr encontrarlas antes que el malvado Piccolo, que las quería para destruir el universo (plan original donde los haya). En su viaje, Gokuh se encuentra con Vulva (así llamábamos a Bulma los más picantones y/o degenerados) que se suma a la expedición porque se ve que no había quedado aquella tarde y no tenía nada mejor que hacer. Pero la cosa no queda ahí: como si fuera el cantante Roberto Carlos, Gokuh va haciendo un millón de amigos por el camino…


...Un jubilado aficionado a la petanca on-fire.

... Y un killo que busca pelea porque alguien le ha derramado el cubata.



Finalmente, el grupo de protagonistas coincide con Piccolo, algo no muy complicado teniendo en cuenta que las 7 bolas y todos los personajes se encuentran en la misma ciudad. Entonces Gokuh y Piccolo dialogan amistosamente, juntan todas las bolas que tenían entre ambos (sic) y piden un deseo: que Karmele vaya Eurovisión. Pues no. Se ostian. Y Gokuh se transforma en mono…





…¿O en cerdo?


Y ahora viene el giro de guión, la puntilla que provoca que todo tenga menos sentido: Gokuh, en realidad, era un diablo que se había reencarnado en el cuerpo de un humano. Pero finalmente, y contrariamente a lo que hace Cristiano Ronaldo, logró controlar su instintos asesinos y recuperar su forma humana. Una vez humanizado, Gokuh Lanza un kame-hame-ha a Piccolo y James Marsters (el actor que lo interpreta) pasa de poner resistencia, se deja matar y decide irse a su casa para recordar sus días de gloria en Buffy, Cazavampiros.


James Marsters y Buffy (en tamaño proporcional a lo que me interesa cada uno).


Y una vez acabada con la amenaza, y ya que tenían las bolas, pues piden un deseo: ¿Lograr la paz en el mundo? No ¿Salvar a las ballenas? No ¿Cerrar el agujero de la capa de Ozono? Sí, digo no. Lo de las agujeros ya era un asunto cerrado, porque Gokuh ya había logrado metérsela en el chichi a Chichi, así que deciden resucitar al Viejo de la petanca, porque es el único que hace gracia en esta película… y en las que están por venir. Sí, amigos; porque sobre nuestra cabezas planea la amenaza de una futura saga cinematográficaYuju.


¿Y cual es mi valoración refinitiva? Pues si la ves drogado, alcoholizado o lobotomizado; puede llegar a gustarte. En cambio, si la ves en condiciones normales, atente a las consecuencias. Ellos nunca lo harían...



Se buscan: vivos o muertos... para matarlos o rematarlos.


2 comentarios:

  1. I els que mai foren fanàtics de la sèrie, gaudiran amb aquesta pel·lícula?

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  2. L'única manera de gaudir d'aquesta pel·lícula és no havent vist cap altra pel·lícula en la seva vida. Així no podria comparar-la amb alguna altra.

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