- Novia de Manel: ¡Ya no hacemos nada juntos!
- Manel: Porque siempre te duele la cabeza...
- Novia de Manel: Quiero decir que cada vez hacemos menos cosas en pareja. No vamos a cenar fuera, no vamos al cine...
- Manel: ¿Al cine? Es que tenemos los mismos gustos cinéfilos que sexuales: a mí me gusta la acción simple y a ti que haya sentimientos.
- Novia de Manel: Pues yo quiero ir a ver una película...
- Manel: ¿Cómo se llama?
- Novia de Manel: Guerra de...
- Manel: ¿Has dicho guerra? ¡Ahora nos entendemos! ¡Con lo buenas que son las películas bélicas! Además, también tratan de sentimientos... ¿o a caso el odio no es un sentimiento?
- Novia de Manel: Pues empieza en media hora...
(La pareja se desplazó hasta unos multicines, pagó la entrada y entró en la sala).
- Manel: Oye, hay muchas chicas para ser una película de guerra, ¿no?
(La proyección empezó).
- Manel: Oye, ¡qué surrealista! ¡Tartas de boda y vestidos de novia en los créditos iniciales! ¿Se puede ser más retorcido que un guionista de Hollywood?
(Aparece el título en pantalla).
- Manel: Guerra de
momias. No pinta mal... Un momento, ¿Guerra de Novias?
Creo que algo se me ha pasado por alto...
(El joven y atractivo muchacho corrió hacia la salida, pero estaba colapsada por centenares de chicos que estaban en su misma situación. Ante esa crisis histérica, los acomodadores tuvieron que cerrar las puertas, abandonando a su suerte a todos los ilusos novios que cayeron en la trampa tramada por sus respectivas novias).
Y se la tuvo que tragar entera. Me la tuve que tragar entera... ¡Y qué mal gusto! Hablamos de la película, obviamente. Diría que es una película única y exclusivamente para mujeres, pero parece que tampoco, porque se describe al género femenino como un colectivo de zorras envidiosas que no dudarían en despellejar a sus mejores amigas para lograr sus propósitos. "Bueno, parece que está basada en hechos reales". Calla, machista: las mujeres no son así. No emitáis juicios basándoos en estereotipos creados por machitos resentidos.
Éste no era yo. Era Pilar Rahola, que ha tomado el control de mi mente durante unos segundos. Volviendo a mí, intentaré resumir tan compleja historia en cinco líneas: Dos amigas van a casarse, cada una con su novio, no entre ellas; y, por azares del destino, lo van a hacer el mismo día. A partir de entonces se inicia una guerra (de ahí el título, toma ya) para ver quién arruina mejor la boda de la otra. Al final se arrepienten de sus actos y logran celebrar por todo lo alto "el día más feliz en la vida de una chica" (palabras textuales pronunciadas en una de las escenas por una de las protagonistas).
Las dos caras del compromiso: resignación vs ilusión.
...Pero, ¡oh, sorpresa! ¡Finalmente sólo se casa una de ellas! Se ve que la otra, que bordeaba peligrosamente la barrera de los 30, tenía tanta prisa por comprometerse que se aferró al primer clavo ardiente (eufemismo de pene) que se lo propuso. Y, estando ya en el altar, se da cuenta de que le gustaba más el hermano de su amiga (la otra novia) y acaban casándose con él un año después... Y todas felices... y embarazadas. Yo sabía eso de que las chicas que conviven juntas acaban teniendo la regla en los mismos periodos, pero lo de quedar fecundadas a la vez, roza lo enfermizo...
"Tía somos unas infantiles". "Ya, pero tú lo eres infinito más uno".
¿Y qué significa esto? Que, posiblemente, algún día llegará a nuestras pantallas... ¡Guerra de embarazadas! No será mañana. No será la semana que viene. Quizás no será este año... pero llegará, y será algo parecido a esto: Dos amigas de las de toda la vida están embarazadas y, por azares del destino, van a parir el mismo día. A partir de entonces se inicia una guerra (de ahí el título, toma ya) para ver quién logra ser la primera madre del año, porque a la afortunada le dan unos euros o no sé qué. Nunca me ha quedado claro qué supone ser la primera madre del año, pero si sale en los periódicos será porque es algo importante. Vale, tenéis razón: en los periódicos salen muchas cosas absurdas, empezando por la editorial y acabando por las columnas de opinión...
Los artículos de opinión (ak.a. noticias) de La Razón, ponen negro a cualquiera.
Conclusión: Si alguna vez alguien os propone ir al cine, esperad a escuchar el título completo de la película; pero si ya es demasiado tarde, podéis pasar el rato fijándoos en aspectos secundarios de la trama...
...Como por ejemplo, en las actrices que nunca llegarán a nada por ser feas, y que tienen que conformarse con aparecer en un modestísimo segundo plano en alguna de las escenas. 1,2,3; responda otra vez.